Otra vez la blasfemia


 Sólo fue la mentira perpetua de mi lengua, tú lo sabes, un sueño con serpientes del prófugo del infierno que regresa, que salta la barda larga que tres hombres miran fijamente

He agotado el deseo y la noche se derramó en lúbrica sustancia. Las bocas rondaron el centro, fue el golpe, fuego de Santa Teresa, otra vez la blasfemia, ¿otra vez el castigo?


Soy el más terrible de los cobardes, ¡no por favor!

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Lalo Santos Facebook Twitter