Ella


El bebedor de sombras ha maullado. Eriza su muerte.
–Por más que huyas, por más sombras que tengas… –dice.

Bastó voltear para sucumbir al espanto. A la certeza de que los hilos se empiezan a romper. Hernán Cortés, enséñame a ser valiente y quemar las sombras. Ya sólo la noche herida de día puede consolar 

0 comentarios:

 

Flickr Photostream

Twitter Updates

Meet The Author

Lalo Santos Facebook Twitter