Regreso. Vuelvo. Me siento como Ulises. Más bien me siento como uno de sus compañeros cautivo por Circe, como si hubiera escapado de la bruja y logrado ver la costa de Ítaca muchos años después que Ulises.
Regreso, vuelvo luego de una larga deriva que comenzó en Zipolite. Ahí me perdí, ahí me encontré.

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